Denuncias por VBG aumentan un 40% después de la crisis de 2022
Salomé Correa Gómez, Juliana Palacio Hoyos, Isabel Sepulveda Zapata.
8 de marzo de 2025.
En 2023, las denuncias de violencias basadas en género en la Universidad de Antioquia aumentaron en 59 casos en comparación con el año anterior. Con esto se podría entender que, si en 2022 en una clase de 15 personas, un estudiante denunció por violencia de género,en la misma clase al año siguiente serían entre 2 y 3 estudiantes quienes harían la denuncia. Este incremento se produjo un año después del paro estudiantil que tuvo lugar en 2022, cuando estalló una crisis de casos denunciados en forma de escrache, principalmente en las facultades de Ciencias Económicas y de Derecho y Ciencias Políticas. Tras esto, se demandaron mejoras en la Ruta Violeta, el mecanismo destinado para atender estos casos. Y aunque se logró llegar a acuerdos con la administración universitaria, un año después las denuncias de casos aumentaron significativamente.
El aumento de denuncias no solo se registra dentro de las instalaciones de las distintas sedes de la universidad, sino que también ha crecido notablemente en situaciones que ocurren fuera de la institución e involucran a personas de la comunidad universitaria. Las denuncias se clasifican dependiendo de si los hechos ocurrieron dentro o fuera de la universidad, y si sucedieron durante actividades académicas, como clases o salidas de campo. Las denuncias dentro de la universidad aumentaron un 128,57%, mientras que las ocurridas fuera crecieron un 6,12%. Esto indica que el problema no se limita al campus, sino que se extiende a otros espacios donde interactúan estudiantes, docentes y personal administrativo.
​
Crisis de 2022: los escraches que pararon la universidad
​
La Universidad de Antioquia comenzó en 2018 un proceso para crear una política de prevención y atención a las violencias basadas en género, en conjunto con colectivas y la comunidad universitaria. Como resultado, se estableció la Ruta Violeta, un mecanismo que ofrece apoyo psicológico y jurídico a las víctimas de violencia de género, tanto dentro como fuera del campus.
​
No obstante, en 2022, el funcionamiento de la Ruta Violeta fue fuertemente cuestionado tras una crisis desatada por una serie de denuncias a través del escrache, una denuncia pública directa contra los presuntos responsables. Esta situación llevó a la Asamblea General de Estudiantes, con el liderazgo de la Asamblea de Mujeres y Disidencias, a convocar un paro estudiantil exigiendo mejoras y mayor efectividad en la Ruta Violeta.
Una de las principales razones detrás de la crisis fue la histórica falta de atención a los casos de violencia basada en género, según Sofía Velásquez, integrante del comité de género de la UdeA. Velásquez también afirma que el pliego de exigencias priorizaba la visibilización de la problemática más que acciones directas para su mejora. Esto llevó a que, el 6 de septiembre de 2022, el rector John Jairo Arboleda firmara un compromiso para cumplir con el pliego.
A pesar de las expectativas de mejora tras la firma del compromiso, Sofía Velásquez señala que, dos años después, y en medio de una nueva crisis, solo se han cumplido parcialmente 2 de los 10 puntos del pliego de peticiones. Los avances logrados corresponden al punto cuatro, que propone asesoría para mejorar los mecanismos de prevención y manejo de casos de violencia de género, y al punto ocho, que sugiere la separación preventiva de docentes denunciados. Sin embargo, los otros ocho puntos siguen sin ser atendidos, lo que podría haber contribuido a la crisis actual.
​
"Desnaturalizar la violencia es naturalizar la prevención; naturalizar la prevención es tener espacios cómodos " -Sofía Velásquez, Comité de Género UdeA.
​
El 90% de las denuncias de violencia de género en la Universidad de Antioquia son de mujeres
​
En la Universidad de Antioquia, por cada hombre que denuncia violencia de género, hay aproximadamente ocho mujeres que también lo hacen. En total, 315 mujeres y 33 hombres han presentado denuncias, lo que significa que las mujeres representan el 90% de los casos, mientras que los hombres constituyen solo el 9,42%. Esta disparidad refleja una tendencia histórica, en la que las mujeres son desproporcionadamente más vulnerables a la violencia de género.
Además, los datos sobre los vínculos entre los agresores y las víctimas en la Ruta Violeta muestran una realidad preocupante. Fuera de la universidad, el 75,45% de las víctimas no sabe si su agresor tiene alguna relación con la institución. Dentro de la universidad, el 40,94% de los casos señala a otros estudiantes como agresores, mientras que el 34,65% denuncia a docentes.
Aumento en los tipos de violencia
​
En el comunicado de la Asamblea General de Estudiantes, se menciona la presencia de prácticas como el 'buitreo', que consiste en tomar y publicar fotos no consentidas de personas, principalmente mujeres, con el objetivo de fomentar el acoso cibernético. Por esta y otras razones, la asamblea exigió la identificación y clasificación de los diferentes tipos de violencia de género. Tras el acuerdo de cumplimiento del pliego de exigencias, la Ruta Violeta pasó a ser gestionada por la Colectiva Justicia Mujer, que asumió una nueva administración del mecanismo.
Aunque la mayoría de tipos de violencia basada en género (VBG) mostraron un aumento, la violencia sexual fue la más reportada, representando el 59,71% de los casos. Esto significa que, de cada diez denuncias, al rededor seis eran por violencia sexual. En 2023, no solo crecieron los casos en general, sino que ciertos tipos de violencia aumentaron de manera notable. La violencia psicológica subió un 354,16%, la violencia sexual cibernética se disparó un 1200%, y la violencia institucional aumentó un 2000%. Además, en 2023 se registraron 22 casos de violencia económica, un tipo de violencia de género que no había sido considerado en 2022.
En 2022, el número de casos coincidía con el tipo de violencia reportada. Sin embargo, en 2023 se registraron 205 denuncias de casos únicos, que se clasificaron en 315 tipos de violencia. Esto refleja un cambio en la forma de medir y analizar los tipos de violencia desde 2022, lo que complica la comprensión de las tendencias y dinámicas sociales necesarias para identificar oportunamente los distintos tipos de violencia. Al respecto, el equipo Violeta explica que, con la llegada de la nueva coordinadora, se modificó la clasificación, ya que "en un solo caso pueden presentarse varios tipos de violencia”.
La estructura de la Ruta Violeta ha sido objeto de modificaciones. A inicios de 2024, el Equipo Violeta cambió de coordinación, la cual había estado bajo la dirección de la Colectiva Justicia Mujer. Esta última decidió no renunciar al contrato, tras denunciar la existencia de violencia institucional hacia su equipo. Estos hechos han generado cambios en la estructura y en las dinámicas de presentación de los informes
En 2023, en los meses de mayor actividad académica hubo un aumento hasta de 300% en denuncias por VBG
El género no es el único factor de riesgo para ser víctima de violencia basada en género (VBG); también se ha observado un aumento en la incidencia de estos casos en determinados meses del año. Esta tendencia sugiere que ciertos períodos presentan más denuncias que otros, y los picos en los reportes coinciden con diversas dinámicas sociales y académicas, como los inicios de semestre o los cierres, cuando se celebran algunas fiestas en el campus universitario.
Además del aumento en la incidencia de la violencia de género en ciertos periodos, en 2023 se registró un incremento significativo en las denuncias, especialmente durante los primeros meses del año. En febrero, las denuncias aumentaron un 177,77%, mientras que en marzo y mayo el incremento fue del 75%, y en abril alcanzó el 300%. Este patrón sugiere que el regreso a las actividades universitarias podría estar vinculado a una mayor exposición de las víctimas a contextos de violencia.
La Facultad de Odontología registra el promedio más alto de denuncias por VBG en el 2023
En 2023 y 2022, las facultades de Ingeniería y Ciencias Sociales y Humanas se destacaron como las unidades académicas con mayor número de denuncias, respectivamente. No obstante, al analizar la cantidad de denuncias en relación con el número de estudiantes matriculados por unidad, en 2022 las unidades académicas con el mayor porcentaje de denuncias fueron Derecho, con un 1,3%, y Comunicaciones y Filología, con un 0,8%. En 2023, las facultades con el porcentaje más alto fueron Odontología, con un 2%, Filosofía, con un 1,7%, y Artes, con un 1,2%
La unidad de Artes tuvo un aumento del 300% de denuncias en el 2023, Odontología y Filosofía aumentaron en un 200% mientras que la unidad de Ciencias Sociales y Humanas disminuyó un 24% , la Escuela de Microbiología en un 16,66% y la unidad de Derecho, que fue donde estalló la crisis en el 2022, disminuyó un 14,28% en 2023.
Según Laura Pineda, coordinadora actual del Equipo Violeta, el aumento de denuncias en ciertas unidades académicas no implica necesariamente que haya más casos de violencia en esas áreas, sino que podría reflejar una mayor disposición de las personas a denunciar en comparación con otras facultades. Esto sugiere una mayor conciencia y visibilización de la problemática. No obstante, también existen denuncias informales dentro de la universidad que revelan dinámicas diferentes en cada unidad.
​
Con el 28% de los escraches, el Instituto de Física encabeza las denuncias públicas por VBG
​
Considerando los escraches registrados en septiembre en la infraestructura de la universidad, el Instituto de Física, ubicado en el bloque 6 de la ciudad universitaria, presenta una realidad diferente en cuanto a las denuncias de violencia de género. Aunque no se encuentra entre las unidades con más denuncias formales en la Ruta Violeta, destaca por tener 21 escraches en sus instalaciones, lo que lo convierte en el lugar con mayor cantidad de estos actos en el campus. Esta cifra se aproxima a las 25 denuncias formales de la Facultad de Ingeniería, que, a diferencia del Instituto, sólo cuenta con 1 escrache. Esta disonancia en los tipos de denuncias evidencia cómo la violencia de género se percibe y se aborda de maneras distintas en las diversas unidades académicas de la universidad.
El Bloque 5, correspondiente a la Escuela de Microbiología, ocupa el segundo lugar en la lista de bloques con más escraches en la Universidad de Antioquia, con aproximadamente el 19% de todos los escraches registrados en el campus durante el mes de septiembre.
​
Las facultades de Derecho y Comunicación, que registran respectivamente 6 y 9 escraches, evidencian una correlación más clara entre los escraches y las denuncias formales. Esto sugiere que en estas facultades existe un equilibrio en la cultura de denuncia, con una mayor disposición de los estudiantes para visibilizar los casos tanto a través de la Ruta Violeta como mediante escraches.
​
Cuestionamiento a la Ruta Violeta

A pesar de que los escraches constituyen aproximadamente el 21% del total de denuncias en la universidad, su relevancia aumenta al compararse con las 351 denuncias presentadas a través de la Ruta Violeta. Este dato sugiere que una de cada cinco personas prefiere recurrir al escrache, lo que plantea interrogantes sobre la eficacia y la percepción de los mecanismos formales de denuncia. Daniela Mosquera, estudiante de periodismo y participante en las actividades asamblearias durante la reciente crisis por violencia de género, respalda el uso del escrache y la denuncia pública de la problemática, afirmando: “Es importante generar conciencia de que las violencias están presentes y no han dejado de estarlo; los letreros no son decoración, sino que hay algo detrás de eso”.
​
Sofía Velásquez explica que, aunque el principal logro de la crisis de 2022 fue visibilizar, en términos generales, la problemática de la violencia de género, aún persiste una brecha significativa en el manejo de estos casos. La institución ha mostrado un interés limitado en mejorar los mecanismos de atención y prevención, así como en establecer distintos canales en las unidades académicas que contribuyan a la concientización, como, por ejemplo, comités de género.
​
Para ofrecer una visión más completa de la situación, el siguiente mapa de calor presenta una representación clara de la distribución de las denuncias de violencia basada en género en las diversas unidades académicas de la universidad. Este mapa muestra el número de denuncias informales por unidad, lo que permite identificar áreas con mayor y menor incidencia de casos. Asimismo, se indica cuáles facultades cuentan con comités de género, lo que proporciona un panorama sobre la importancia que cada unidad académica otorga al abordaje de esta problemática. En conjunto, esta información es fundamental para entender las dinámicas de violencia de género en la universidad y resaltar la necesidad de fortalecer los mecanismos de atención y prevención.