Sitio web temporal
¿Cuánto cuesta ser fitness?: Un análisis de costos en el “estilo de vida saludable”
Jhon Stiven Ospina Cardona / jhon.ospina1@udea.edu.co
13 de diciembre de 2024
El estilo de vida fitness se ha convertido en una tendencia global que, si bien en muchos casos responde a objetivos estéticos, también lo hace por la búsqueda de bienestar y salud. En Colombia, esta cultura ha crecido de manera significativa, hasta el punto de que, de acuerdo con Health & Fitness Association, el país se ha posicionado como el cuarto mercado de fitness en Latinoamérica . Este fenómeno ha impulsado la apertura de gimnasios, el auge de entrenadores personales y la venta de suplementos, pero ¿cuánto cuesta realmente mantener este estilo de vida?
El mercado del fitness en Colombia sigue diversificándose, con una creciente oferta de gimnasios premium, semi-personalizados y centros que operan las 24 horas. Collage: Jhon Stiven Ospina Cardona.
La industria del fitness ha registrado un crecimiento en los últimos años. De acuerdo con un artículo del diario La República, se estima que más de dos millones de colombianos asisten regularmente a gimnasios, lo que convierte al país en uno de los líderes en Latinoamérica. Este auge ha venido acompañado por una mayor diversificación en los tipos de entrenamiento y un aumento en las opciones de suplementación, ropa deportiva y servicios especializados como los entrenadores personales.
​
De hecho, cadenas de gimnasios como Bodytech y Smart Fit han registrado incrementos considerables en su número de afiliados. Bodytech, por ejemplo, experimentó un aumento del 45% en inscripciones durante enero de 2024, un pico habitual que se relaciona con los propósitos de año nuevo . Además, se proyecta que la demanda seguirá creciendo en los próximos años.
​
Según Néstor Henao, especialista en entrenamiento deportivo con casi 30 años de experiencia, el fitness no se limita únicamente a la imagen física o a lo que sucede en los gimnasios. Él lo define como “un conjunto de estrategias y alternativas que conducen a tener una buena condición física, involucrando aspectos más amplios que solo el ejercicio”.
​
Explica además que, el fitness incluye la alimentación, el tipo de ejercicio y los hábitos saludables en general, y que no se trata solo de musculación o rendimiento cardiovascular, sino de un equilibrio entre diferentes áreas del cuerpo y la salud, que implica tener buena flexibilidad, fuerza y resistencia cardiovascular, cuidando todos los sistemas orgánicos.
En ese orden de ideas, es importante diferenciar el término "fitness" de "wellness", pues mientras el primero se vincula con metas personales relacionadas con la resistencia, tonificación, potencia o apariencia; el segundo se refiere más al bienestar general, y abarca también la parte emocional y psicológica.
​
Teniendo en cuenta este contexto, un estilo de vida fitness no solo implica tiempo y esfuerzo, sino también una inversión económica, que para muchos y muchas es difícil pagar. A continuación, desglosamos los principales costos que las personas suelen asumir al querer seguir este estilo de vida.
​
Alimentación
​
Uno de los aspectos más importantes para quienes llevan una vida fitness es la alimentación. Una dieta equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales, es fundamental para alcanzar los objetivos de salud y físico. Sin embargo, para algunos la alimentación saludable puede resultar más costosa que la tradicional.
​
Jaider Ochoa, quien desde hace cuatro años adoptó este estilo de vida, señala que su alimentación ha cambiado drásticamente. “Definitivamente es más costoso. Por ejemplo, una libra de azúcar es más barata que un endulzante” . Además, explica que su dieta incluye suplementos como creatina y proteína, lo que añade entre 100,000 y 200,000 pesos mensuales a su presupuesto.
​
Según Nestor Henao, los suplementos son cada vez más utilizados, y no solo por quienes buscan aumentar masa muscular. Estos productos, como las proteínas en polvo y los quemadores de grasa, pueden elevar significativamente el gasto mensual de una persona. Los precios de las proteínas oscilan entre 180,000 y 200,000 pesos por un bote de tres libras, mientras que la creatina puede costar alrededor de 130,000 pesos. Estos productos suelen durar en promedio dos meses.
​
A nivel general, las personas que siguen este estilo de vida pueden gastar entre 300,000 y 800,000 pesos mensuales en alimentación, incluyendo la compra de alimentos frescos y suplementos.
​​
Gimnasios y entrenadores personales
​
El costo de un gimnasio varía considerablemente según la cadena y los servicios que ofrezca. En Colombia, un gimnasio como Smart Fit ofrece suscripciones desde los 70,000 pesos mensuales. Sin embargo, estos costos son solo la base. Muchas personas optan por contratar entrenadores personales para obtener una guía más especializada y evitar lesiones, lo que aumenta los costos.
​
Néstor Henao explica que el entrenamiento personalizado es una inversión clave para quienes buscan resultados óptimos y seguros. “Un entrenador personalizado puede costar entre 325,000 y 400,000 pesos mensuales, dependiendo del gimnasio y la cantidad de sesiones semanales” . También subraya la importancia de la correcta supervisión en los entrenamientos para evitar lesiones y optimizar los resultados a largo plazo, y destaca que el gasto inicial en un entrenador puede prevenir problemas de salud costosos más adelante.
​
Por otro lado, existen modalidades de entrenamiento más económicas, como la asesoría virtual, donde por ejemplo, el entrenador envía rutinas por WhatsApp a un costo de alrededor de 150,000 pesos mensuales. Esta opción permite a las personas seguir una guía estructurada sin tener que pagar el costo completo de un entrenador personal presencial.
​
Suplementos y productos nutricionales
​
El consumo de suplementos nutricionales es otra inversión que las y los entusiastas del fitness deben considerar. Además de la creatina y la proteína mencionadas anteriormente, otros suplementos como los aminoácidos ramificados (BCAA), quemadores de grasa y multivitamínicos se han vuelto populares. Estos productos, aunque efectivos si se usan correctamente, representan un gasto adicional que puede variar entre 50,000 y 250,000 pesos mensuales.
​
Diana Pérez, nutricionista de la Universidad Javeriana, enfatiza en la importancia de consumir estos productos bajo la supervisión de un profesional. “El cuerpo solo puede asimilar una cierta cantidad de proteína por comida, y el exceso no solo se desperdicia, sino que también puede provocar sobrepeso, si no se quema la energía adicional”. Diana advierte que muchas personas compran suplementos basándose en modas, sin evaluar si realmente son necesarios para sus metas.
​
Ropa deportiva y accesorios
​
Otro de los costos asociados al estilo de vida fitness es la indumentaria deportiva, que para muchos se convierte en una inversión significativa. Aunque no es esencial adquirir ropa de marca o de alto rendimiento, muchas personas prefieren hacerlo con la idea de que estos artículos mejoran su experiencia de ejercicio. Un conjunto deportivo de calidad puede oscilar entre 100,000 y 300,000 pesos, mientras que unos zapatos especializados para entrenamiento pueden alcanzar precios de hasta 400,000 pesos, dependiendo de la marca y el modelo.
​
En paralelo, el marketing dentro del mundo fitness también impulsa la adquisición de accesorios que pueden ser innecesarios para la mayoría de los usuarios. Elementos como correas para levantar pesas (straps), vendas para rodillas o muñequeras, que están diseñados para deportistas que manejan grandes cargas, son comúnmente utilizados por personas que no los requieren en su nivel de entrenamiento. Esto se debe, en gran parte, a la moda y a la imagen promovida en las redes sociales y en los gimnasios, más que a una verdadera necesidad técnica.
​
Néstor Henao menciona que antes, la mayoría de los asistentes a gimnasios solía usar ropa más sencilla y resistente, priorizando la funcionalidad sobre el estilo, mientras que hoy en día la presión social ha influido notablemente en el consumo de este tipo de indumentaria.
​
Salud mental y el equilibrio necesario
​
Muchas personas se enfrentan a la presión de cumplir con estándares de imagen física impuesta por la sociedad, que son inalcanzables, lo que puede llevar a una relación poco saludable con la comida y el ejercicio. En este contexto, el “mindful eating” o alimentación consciente emerge como una alternativa para quienes buscan una relación más equilibrada con la comida.
​
Este enfoque se centra en disfrutar el proceso alimenticio, prestar atención a las señales de hambre y saciedad, y evitar comer por ansiedad o estrés . Diana Pérez, destaca la importancia de integrar la salud mental en cualquier proceso de cambio alimenticio. “No es solo seguir una dieta, sino tener una buena relación con la comida. Eso es clave para que este estilo de vida sea sostenible”.
El marketing en el fitness ha generado una gran presión social, promoviendo estereotipos corporales que a menudo llevan a las personas a adoptar prácticas poco saludables para obtener resultados rápidos.
Collage: Jhon Stiven Ospina Cardona.
¿Es posible entonces costear un estilo de vida fitness?
​
Si bien el estilo de vida fitness puede ser costoso, es importante resaltar que es posible adaptarlo a diferentes presupuestos. Para quienes tienen ingresos limitados, existen opciones como entrenar al aire libre o en gimnasios más asequibles. Además, seguir una alimentación saludable no necesariamente implica gastar grandes sumas de dinero, siempre que se elijan alimentos frescos y se eviten los productos procesados y suplementos innecesarios.
​
Como menciona Néstor Henao, “mantener un estilo de vida fitness de manera responsable es posible, pero requiere planificación y priorización” . En este sentido, cada persona debe evaluar sus prioridades y ajustar su presupuesto en función de lo que mejor se adapte a sus objetivos y estilo de vida.
​
El costo de ser fitness va más allá del dinero invertido en gimnasio, ropa y suplementos. Requiere un compromiso integral que incluye tiempo, esfuerzo y, sobre todo, la capacidad de mantener un equilibrio entre la salud física y mental. Las inversiones pueden variar considerablemente, desde quienes gastan hasta 800,000 pesos mensuales hasta aquellos que logran adaptarse con presupuestos más limitados.
​
En este orden de ideas, el estilo de vida fitness visto desde la idea publicitaria que venden las grandes cadenas de esta industria, sí se convierte en algo inaccesible para alguien que gane un salario mínimo por ejemplo. Ahora bien, si se asume desde el Wellness, que se orienta a llevar un estilo de vida sano, por encima de cuestiones estéticas, es una inversión en bienestar a largo plazo, que con la correcta orientación y planeación, puede ser accesible para un amplio rango de personas.